Se dice que los ordenadores (como se conoce a los computadores) sirven para resolver cualquier tipo de problema. Sin embargo, cuando estos salen de la fábrica, por sí solos no son capaces de resolver ninguno. Es cierto que saben realizar un cierto número de operaciones elementales, pero necesitan tener almacenas o guardadas en su memoria ciertas instrucciones muy exactas y precisas las cuales le indicaran, en cada instante, la operación siguiente que debe realizar. Este conjunto de instrucciones necesarias para resolver un problema, ordenadas en una secuencia adecuada, es a lo que llamamos programa. Los programas constituyen el software.
Entonces, lo que le permitirá a un ordenador ser capaz o no de hacer algo dependerá no sólo de su hardware, sino también del software que lo conforma. Podría decirse que si bien el primero (hardware) es la máquina y representa la fuerza ('hará' = duro), el segundo (software) es la inteligencia, la parte inmaterial o modificable ('soff = blando), de los sistemas. |